Ritmo acompasado, cadencia. Sí. Pero cadencia perturbadora. En sus poemas y en su voz. Ella sabe nombrar lo que no tiene nombre. Agustina Wischnivetzky es una ráfaga que permanece. Una ráfaga que llega al Festival Mulita para llevarnos hasta el umbral luminoso de la poesía. Dejémonos llevar.
Agustina en el Festival Mulita el sábado 7 de mayo a las 21