Coki Debernardi: “Será una oportunidad para dejarse abrazar por unas buenas canciones”

En medio de las palabras, siempre está la música. Y en el final también. Por eso, el cierre de la sexta edición del Festival Mulita contará el sábado 7 de mayo con la actuación —por primera vez en Resistencia— de  Coki & the Killer Burritos. Legendaria banda de rock rosarina, formada en 1998 por el gran César Coki Debernardi, que traerá sus canciones emblema junto a los temas de su inminente nuevo disco. 

En diálogo telefónico Coki expresó su alegría y su emoción al recibir la invitación para venir a Resistencia al Festival Mulita. “Es muy emocionante y muy lindo poder ir al Chaco por primera vez. He tocado en casi todas las provincias y la única que me faltaba era ir a esta provincia. Cuando tocaba con Fito íbamos a muchos lugares pero no llegábamos al Chaco. Además, estoy muy feliz de poder hacerlo en un festival de poesía. Acá en Rosario he participado muchísimo en encuentros de poesía tocando mientras otros recitaban o leían. He grabado un disco con poetas recitando. Me gusta mucho la poesía. Ojalá se pueda dar esta unión y ojalá que mientras cante o toque alguien se acerque a leer poesía. Sería maravilloso que eso suceda”, aseguró Coki, y abrió una puerta que poetas y narradores deberían atreverse a cruzar.

La banda rosarina lleva grabado los discos Mi parrillada (1998), Un millón de dólares (2001) Perdida (2005), No creamos nada (2007), Chico Dinamita Amor, una placa con 11 canciones, algunas ya conocidas por el público que los sigue en cada presentación. Hoy la banda está conformada por Coki De Bernardi, Ricardo Vilaseca, Tito Barrera, Eloy Quintana, Isodro Llonch, Julián Acuña y Franco Mascotti. “Algunos se turnan para estar presentes en las giras. Es bastante aleatorio, pero es muy divertido porque podemos tocar las canciones en diferentes formatos y de diferentes maneras”, cuenta Coki.

“La inspiración no llega sola —dice Coki—, vas escribiendo y escribiendo, después vas dejando o despejando lo que más te gusta”. 

Coki llegará a Resistencia el sábado con Ricardo Vilaseca. “Con Ricardo viajamos mucho y estamos muy acostumbrados a tocar en ese formato de guitarra y piano. Vamos con las mismas ganas de tocar con las que vamos a todos lados. Estamos muy ansiosos y tenemos mucha ilusión de poder participar de este Festival Mulita, es un espacio hecho con mucho amor y cariño, entonces dan más ganas de ir y estar ahí”.

— La banda tiene un carácter nómade, no siempre están los mismos integrantes. Ningún concierto es igual a otro, ¿cuál es el secreto para sostener un proyectos de estas características?

— A ver, ¿vas a ir el sábado?

— Si

— Bueno. El sábado vas a ver tocando a dos personas que te parecen un montón. Cuando nos estés escuchando te va a parecer una banda de rock aunque no haya guitarras eléctricas. Te va a llevar por muchos lugares. Las canciones te van a invitar a viajar. Después con los instrumentos uno los va adornando, algunas veces de una manera y otras de otra forma, pero es la fuerza de las canciones lo que permite que uno las decore como quiera.

— Muchos han estado y muchos hemos estado, “solos, sucios y lejos del mar”, ¿cómo surgió ese tema que es un clásico de la banda?

— Ahora en estos momentos no recuerdo como llegó esa canción. Forma parte del disco Perdida. Ese disco fue grabado sin bajos. Ese tema lo vamos hacer el sábado con Ricardo. La canción es un poco el reflejo de cómo estamos en el mundo, siempre estamos lejos del mar, estamos solos y sucios. Así estamos en muchos momentos de nuestras vidas y la letra no tiene lógica geográfica. Estamos un poco a la deriva del mundo. Si pensás que estás en medio de un cacho de tierra gigante, pero a la deriva por el universo, es igual que estar loco, sucio y lejos del mar. 

— En una charla TEDx mostraste la cocina de cómo construyen las canciones, vos llevás una idea y sobre eso trabajan, ¿cómo vivís esa responsabilidad? ¿Es una carga tener que tener crear todo el tiempo en la banda?

— Esto en realidad lo tengo que hacer por mí y no por la banda. Lo hago por mí mismo. Lo hago para no quebrarme como persona. Hacer estas cosas me permite sentirme vivo, hacer show, cantar y crear canciones. Celebro la música de esa forma. Tengo mucha gente colaborando en la creación. Tengo muchos amigos, músicos y técnicos, como por ejemplo Franco Mascotti. Con él grabamos el nuevo disco, a lo mejor tiro una idea pero es algo muy chiquito y de eso surgen cosas más complejas que permiten llegar con la mirada del otre a la canción. 

— Comenzaste en los 80 con la música, ¿cuándo asumiste el liderazgo de la banda?

— Siempre fui al frente. En una banda alguien tiene que asumir la responsabilidad de guiar al grupo. Guiarlo en el buen sentido. Alguien tiene que tomar decisiones. Soy la punta para tomar decisiones y resolver cosas. Pero lo tomo como algo natural y muy tranquilo en el cotidiano de la banda, tengo la oreja muy abierta aunque cuando tengo que ser tirano también lo soy.  

— Estudiaste bellas artes. Hay un cuidado en la estética de la banda que transciende las canciones, ¿eso también lo cuidás y lo estás trabajas vos?

— Me interesa mucho las gráficas de la banda. Los flayer de la banda los hago yo. En el nuevo disco que vamos a lanzar este año es la primera vez que no participo en el diseño de la tapa. La hizo ahora una dibujante que se llama Alina Calzadilla, dibujante de Rosario. Le di la responsabilidad de que hiciera la tapa, y es hermosa la tapa y ya lo verán cuando esté subido a todas las plataformas. Tengo una mirada estética de las cosas que las pueda trasladar a la oralidad y a la escritura. Siempre me imagino las tapas como los mundos de los discos, me hace bien trabajar en estas cuestiones. 

— Te hablé de la canción “Locos y sucios”, ¿pero cuál es la canción que te gusta a vos cantar o que siempre te acompaña?

— Bueno, “Locos y sucios” es una de ellas. Me gusta mucho hacer “La tormenta” y “Millón de dólares”. Me gustan muchas canciones. En realidad toco las canciones que me gustan. En ese lugar soy muy coherente, a veces en alguna época hay una canción que te gusta más que otra pero a mí me gustan todas las canciones. En el Festival Mulita estamos preparando un mix con canciones nuevas también, queremos presentar temas del disco nuevo y hacer un recorrido por los discos anteriores. 

— ¿Cuándo sale el disco?

— Esta muy fresquito. Se terminó de masterizar hace unos días, a fines de abril. Calculo que dentro de un mes ya estará disponible en todas las plataformas. Las canciones de este disco las hicimos durante la pandemia de forma online, nos pasábamos los demos de las canciones. Organizamos y nos pasamos los archivos.

— Estamos saliendo de la pandemia que nos dejó dos años muy duros, ¿se puede pensar que nos dejó algo positivo?

— No. Dejó mucha muerte. Al contrario de eso que decían que íbamos a salir mejores, algo en lo que nunca creí. La pandemia dejó mucha gilada y abrió otra división con las que ya convivimos en la sociedad. Es insólito. No creo que haya dejado ninguna enseñanza buena.  

— Hubo muchos desnudos de cuerpos y palabras.

— Claro, es como la persona que es buena y cuando se emborracha sigue siendo buena. El que era malo y se pone malo cuando se emborracha es porque ya era malo de antes. Generalmente pasa eso. En la pandemia pasó lo mismo.

— Te describís como somelier de derrotas, ¿cuál es la más grande que tuviste?

“Eso es una humorada”, desliza Coki, y hace una pausa para traernos una anécdota reciente:

— Vos sabés que anoche (sábado 30 de abril) toqué en Cañada de Gómez (a 70 kilómetros de Rosario) con Punto G, una banda con la que tocaba cuando era chico y con quienes somos amigos. Tocamos en un festival, en un club de barrio y al aire libre a las tres de la mañana. Si te ponés a pensar qué banda de la Argentina que empezó en el 85 u 86 tocó anoche con los mismos integrantes creo que no encontrás ninguna. 

— Lo nombraste al comienzo de la charla y quería preguntar por él: hicieron giras y los Killer Burritos grababan en su estudio, ¿qué significa Fito Páez para vos?

— No puedo hablar muy objetivo sobre Fito. Lo admiro mucho. Los dos nos admiramos mucho. Rodolfo es mi familia y está más allá de una relación de amistad. Somos familia. Nosotros vivimos veranos juntos hace mucho tiempo. Nos visitamos en las casas, cuando tenemos ganas él viene para Rosario y yo me voy para Buenos Aires. Hablamos por teléfono de muchas cosas, y menos de nuestras vidas artísticas, esa es la dimensión del lazo que tenemos. 

— Si hay algo de particular que tiene Killer Burritos es que ningún concierto es igual a otro.

— Ninguno. 

Interrumpe con entusiasmo Coki y añade que en el concierto en el Festival Mulita será especial.

— Para quienes aún no los conocen, ¿por qué deberían ir a escucharlos?

— Deberían ir a escucharnos porque estamos en el marco del Festival Mulita, lo cual es hermoso. En segundo lugar debería ir a escuchar cosas que nunca han visto, es bueno ir a ver cosas que uno no conoce. El público se va a sorprender. Será una oportunidad para dejarse abrazar por unas canciones que están muy bien hechas. Es la primera vez que vamos allá y eso también está bueno. 

—¿Qué es la canción?

— La canción es un misterio muy grande. Para quienes como yo se dedican a esto estamos tratando de encontrar qué es eso tan lindo que me produce placer cantar. Cuando la canción no está me produce displacer.